Orientada hacia al confort y bienestar de la salud, los sistemas de ventilación juegan un papel importante en la calidad de aire en los edificio inteligentes, y más aún cuando se reanuden actividades tras la cuarentena.
El correcto funcionamiento de los sistemas de ventilación en los sistema HVAC (Heating, Ventilating and Air Conditioning), aunado al monitoreo del sistema de filtrado, son la clave para mantener la calidad de aire al interior de los edificios, la cual es una tarea importante de los Sistemas de Automatización.
Sistema de renovación de aire
El proceso de ventilación es la técnica de realizar un barrido del aire estancado en un espacio cerrado, pero el sistema de renovación de aire tiene la doble tarea de filtrar aire proveniente del exterior y sustituirlo por el aire viciado en los espacios cerrados, por ello es importante mantener en perfectas condiciones la operación de los equipos y su estado de filtros limpios.
Un estudio reciente de la Universidad de Toho en Japón, demuestra que mantener una correcta ventilación en los espacios cerrados, es efectivo para barrer con las microgotículas respiratorias estacionadas en el ambiente de espacios cerrados.
Sobre todo, ahora que los contagios están sucediendo por el aire, cuando las personas están platicando o estornudando, aún cuando la gente está manteniendo distancia, el virus se esparce en el ambiente por partículas micrométricas.
Las microgotículas esparcidas por los ocupantes, transmiten todo tipo de virus, la gente alrededor las inhala. Por supuesto que esto se vuelve aún más arriesgado en espacios cerrados o sin buena ventilación. Por ejemplo, cuando una persona tose, esparce alrededor de unas 10,000 gotículas, la mayoría cae al piso, pero las microgotículas se esparcen por el aire y permanecen hasta 20 minutos después. Por lo que si el aire no circula adecuadamente, las microgotículas no se moverán por un tiempo.
Abrir las ventanas, incrementar la circulación del aire puede ser efectivo, sobretodo al hacerlo al menos cada hora, reduce los riesgos. Sin embargo, en edificios con espacios cerrados, la calidad del aire debe ser monitoreada adecuadamente y sostener un mantenimiento constante.
Siguiendo la recomendación, verificar la saturación de los cartuchos de filtros y en la medida de lo posible cambiarlos por filtros a mayor grado HEPA (High Efficiency Particulate Air), es la clave para mantener los edificios operativamente saludables.