Hace un tiempo la pandemia por COVID-19 reveló deficiencias en la cadena de frío alimentaria de todo el mundo.
Posterior a ella, es necesario invertir en la cadena de frío maximizando el acceso a los alimentos con el mínimo desperdicio, con hincapié en una mayor flexibilidad, una cadena de suministro más digital y basada en datos.
Durante la invitación a quedarnos en casa y el cierre obligatorio de comercios, la demanda de almacenamiento y refrigerado se disparó a niveles insospechados.
El cierre de restaurantes y proveedores de servicios alimenticios obligó a los proveedores de verduras y carne a almacenar productos no vendidos mientras estaban en la búsqueda de nuevos compradores.
Por lo que un alto porcentaje de las instalaciones de almacenamiento en frío estaban llenas.
Los consumidores se alejaron de los restaurantes y grandes cadenas, para dedicarse a la venta minorista y consumo local de alimentos.
Además, las ventas de productos congelados aumentaron un 60% desde mediados de marzo hasta finales del mismo mes, así como la venta de comida en línea en un 50%. Lo anterior en comparación con el año anterior.
"El 13% de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierde debido a la falta de refrigeración, principalmente en los países en desarrollo."
El cambio de pensamiento de los consumidores con el servicio de alimentos, ha revelado la urgente necesidad de flexibilidad en la cadena de frío.
Hasta ahora, está fragmentada con poca o ninguna compatibilidad entre diferentes proveedores y plataformas. Los agricultores están vinculados a las tiendas de comestibles por ella y los proveedores de servicios de alimentos por otra.
Por lo anterior, se necesita una mayor conectividad para ofrecer información en tiempo real, una mejor visibilidad de la ubicación, el estado y el manejo de la carga perecedera en cualquier punto de la cadena de frío.
Carrier propone que las cadenas de frío se desarrollen para estar más impulsadas por datos, permitiendo el intercambio de información a través de tecnologías digitales.
Volviéndose cada vez más común cambiar la ruta de los productos en función de la oferta en tiempo real y la demanda de los consumidores.
Además, las interrupciones causadas por el clima o la pandemia podrían moderarse, los socios podrían compartir la ubicación, la temperatura y otras medidas críticas de los productos en tránsito desde la granja hasta el consumidor.
Tal cadena de suministro digital puede reducir potencialmente los costos de adquisición en un 20%, del proceso de la cadena de suministro en un 50% y aumentar los ingresos en un 10%.
Por supuesto, la creación de una cadena de frío requiere inversiones en equipos, personal y sistemas de información junto con almacenes refrigerados.
Pero la experiencia para ensamblar estos activos ya existe, los costos son predecibles y los retornos financieros atractivos. Sin dejar de lado que los beneficios en términos de seguridad alimentaria y clima también serían incalculables.
"Una cadena de frío más eficiente podría alimentar a 950 millones de personas por año." IIR
En India, un proyecto piloto patrocinado por Carrier ha mejorado la cadena de frío para reducir las pérdidas poscosecha.
El proyecto fue diseñado para medir el impacto del almacenamiento en frío y el transporte refrigerado en kinnow, una pequeña fruta cítrica cultivada en la región de Punjab de India y Pakistán.
Kinnow se conserva mejor a 4-5°C, pero antes de la instalación de una cadena de frío moderna, el kinnow estaba expuesto a temperaturas de hasta 30°C en camiones no refrigerados y las pérdidas podían alcanzar hasta un 32%.
Con las diez unidades de preenfriamiento instaladas, ahora hay 400 viajes de camiones refrigerados durante la temporada de cosecha, reduciendo las pérdidas poscosecha en un 76%.
Además, el kinnow solo estaba disponible durante 2 o 3 meses al año, pero la cadena de frío mejorada ha ampliado el período de disponibilidad a 4-5 meses al año, lo que permite exportar a diez países de Asia, Oriente Medio y Europa.
Las ganancias del productor aumentaron en un 15% y las ganancias del transportador refrigerado en un 23%.
Impacto ambiental
Para medir el beneficio de introducir una cadena de frío eficaz a pesar de las emisiones de carbono, se simularon varios escenarios en un estudio anterior encargado por Carrier.
Concluyó que "en todos los escenarios prospectivos, la disminución de la huella de carbono de las PDA [pérdida y desperdicio de alimentos] derivada de la expansión de la cadena de frío supera claramente las emisiones recién creadas, en un factor de 10 aproximadamente".
Además, las nuevas emisiones de la cadena de frío se reducirán aún más mediante innovaciones como refrigerantes de bajo potencial de calentamiento global (GWP) o equipos de refrigeración de transporte totalmente eléctricos.