Si bien la biometría es una parte de la biología que estudia cuantitativamente la variabilidad individual de los seres vivos, por medio de métodos estadísticos; actualmente se ha utilizado para la automatización de procesos en materia de seguridad corporativa, que le han dado un giro al mundo tradicional.
Es en este punto donde vemos de cerca cómo la tecnología y las características físicas de las personas trabajan en conjunto.
La tecnología biométrica realiza una serie de medidas de ciertos rasgos específicos, que permiten la identificación de personas, utilizando dispositivos electrónicos, los compara entre cada persona con patrones conocidos y almacenados en una base de datos, para realizar una tarea específica.
Los dispositivos biométricos pueden ahorrar gastos en tarjetas de acceso, evitando la pérdida de ellos o el riesgo de robo para acceder o realizar funciones específicas; son más sencillos de mantener y de usar.
Existen dos tipos de biometría, la fisiológica que se basa en datos de partes del cuerpo humano (huellas dactilares, iris, retina, mano, rostro, etc.) y la biometría conductual que basa sus datos en acciones de las personas e indirectamente de sus características físicas (uso del teclado, firma de la persona, movimientos o accesos inapropiado).
Los sistemas tecnológicos biométricos, pueden distribuirse de la siguiente manera:
¿Has escuchado que no existen dos huellas dactilares iguales? Cada huella tiene un conjunto de formas o ángulos, llamadas minucias, que son totalmente característicos de cada persona, por lo que permiten identificación exacta.
Este tipo de sistemas miden la emisión del calor en el cuerpo, realizando mapas de valores sobre cada persona.
A la hora de grabar varias frases de la misma persona, puede hacerse comparaciones de voz en diferentes cualidades, volumen y entonaciones.
Hasta el momento los más efectivos, ya que se basan en patrones de iris o retina. Algunos analizan las venas al fondo del ojo que se proyectan, a través de una luz infrarroja; mientras que otros utilizan una videocámara que examina los patrones de color en los surcos.
Sabemos que incluso las películas de ciencia ficción se han empeñado en mostrar la reproducción de huellas dactilares o las máscaras para suplantación de identidad, sin embargo, la seguridad por la vía biométrica es una de las más certeras hasta el momento.