Más allá de la comodidad, más allá de innovación. Los edificios inteligentes conllevan mayores beneficios, ¿los conoces? Los enlistamos para ti.
El Leadership in Energy & Environmental Design (LEED®), es un sistema de certificación de edificios sustentables, desarrollado en 1998 por el US Green Building Council en EEUU, que posteriormente se expandió a más países.
Esta certificación cuenta con un conjunto de normas basadas en estrategias a favor de la sostenibilidad en edificios de todo tipo, basados en aspectos como la eficiencia energética y de agua, uso de energías alternativas, mejora en la calidad interior, el uso de materiales reciclados, renovables o que cuenten con sello verde; por lo que la automatización con sistemas redundantes, I.o.T. y analíticas, impulsa dicha certificación al optimizar el uso de los recursos.
Los sistemas de detección de incendio pueden poner en marcha las medidas necesarias que eviten que el fuego se propague o el humo entre a través de los sistemas de climatización y ventilación.
Contando con sistemas de prevención, control y detección de incendios, por ejemplo, las pólizas de seguros del inmueble pueden resultar de menor costo, ya que los riesgos dentro del inmueble han sido minimizados.
Los sistemas de iluminación con control, detección de movimiento y atenuación solar inteligente, pueden reducir hasta un 60% el consumo de energía; al igual que los controles automatizados de aire acondicionado, por ejemplo, puede reducirla hasta en 45% y la calefacción inteligente un 25%.
Desde la seguridad por la prevención, detección y control de incendios, hasta la grabación digital de video, el control de accesos, la detección de personas o de ventanas y puertas abiertas; todo favorece a una mayor seguridad de los ocupantes y del inmueble.
Los sistemas inteligentes permiten llevar un control total de los sistemas interconectados, llevando un seguimiento, detectando fallas y permitiendo repararlas de forma casi inmediata. Con ello, el mantenimiento se hace mucho más sencillo y no requiere demasiado personal para poder hacer las reparaciones necesarias.
Si logramos ver mucho más allá en las implicaciones que tienen cada uno de estos beneficios, definitivamente los ahorros son mayores para dueños, ocupantes y, por supuesto, la reputación de los constructores resulta superior.