Hace poco tiempo, pensar en edificios inteligentes era una idea que pocos tenían en el radar. Sin embargo, los inmuebles han evolucionado tanto que incluso podemos hablar de diferentes formas y niveles de transformación.
Si hablamos de edificios inteligentes, primero debemos aclarar que el término se aplica, por lo general, a aquellos inmuebles destinados a usos corporativos o de hotelería, entre otros.
En este tipo de construcciones se busca cumplir un concepto, llamado eficiencia.
Es decir, los factores que determinarán si un edificio es inteligente o no, buscan cumplir satisfactoriamente sus objetivos con el menor gasto de recursos que sea posible.
Sin embargo, todos ellos tienen un aliado en común: la automatización.
Ahora bien, si nos preguntamos cómo se puede calificar a un edificio como inteligente, la respuesta está en elementos como el grado de automatización y el tipo de diseño.
Pensemos en un inmueble sin ningún tipo de tecnología innovadora, sin una arquitectura enfocada a sus habitantes o usuarios y que pertenece a una empresa.
Los problemas habituales pueden surgir, tales como: inseguridad, accesos complejos, derroche energético, robo de datos, problemas de estacionamiento, peligro ante incendios y problemas de informática.
Si ese edificio fuera tu proyecto a mejorar o incluso de tu propia empresa, ¿cuáles serían las soluciones para tu edificio inteligente? Veámoslo juntos.
Un rubro que quizá tiene la respuesta más a simple vista: videovigilancia. Recordemos que la inseguridad no es únicamente cuidar las instalaciones y el equipo, sino también de resguardar a quienes habitan o usan el inmueble.
Además, este punto puede complementarse muy bien con el siguiente…
Muchos ven la solución en las tarjetas de identificación de banda magnética, que son una gran alternativa.
Sin embargo, además de esa tecnología, tenemos el reconocimiento facial, eficaz incluso cuando sólo se aprecia el rostro parcialmente.
Una solución sencilla y que no conlleva grandes dificultades para los empleados y usuarios de los edificios inteligentes, mientras que garantiza el acceso al inmueble únicamente para personas autorizadas. Incluso que bloquee la entrada una vez que ese acceso haya sido utilizado, sin salida registrada.
Este problema se traduce en daños ambientales y costos elevados en facturas de energía eléctrica, por ejemplo. Sin embargo, la solución está al alcance de la mano: automatización.
¿Cómo? Se puede aplicar con dispositivos que reaccionan a diferentes niveles de temperatura, humedad, luz o tipo de aire.
De este modo, la inteligencia del edificio permitirá alumbrar pasillos o encender dispositivos sólo cuando sea necesario o en los niveles recomendados. Lo mismo pasa con calefacciones o ventilación.
Esto puede ser un verdadero dolor de cabeza para las empresas que carezcan de edificios inteligentes enfocados en esto.
Una solución puede ser una red de datos que consiga recopilar, resguardar y clasificar toda la información de la compañía y los pormenores de cada área.
La automatización integral de los edificios inteligentes es el alma de la gestión de los mismos.
Es quizá uno de los peores escenarios posibles para cualquier empresa en cualquier inmueble.
Por ello, la respuesta eficaz ante un percance como un incendio es de vital importancia para resguardar información, bienes y, especialmente, vidas.
Afortunadamente los sistemas automatizados que existen actualmente ofrecen sistemas de detección de incendios pueden percibir llamas y humo, así como sistemas capaces de reconocer y prevenirnos sobre probables fuentes de incendio.
Se trata de algo habitual, especialmente en las grandes ciudades. Por lo tanto, algunas empresas toman la decisión de destinar espacios para que sus empleados puedan estacionar sus autos.
Sin embargo, ese tipo de confort extra para los empleados no tiene que traducirse en otros gastos para la empresa.
Por ello, los edificios inteligentes cuentan con estacionamientos automatizados que además de evitar mayores costos, hacen más rápido el acceso y la salida de los vehículos.
Algo que si bien puede ocurrir, también puede evitarse con facilidad gracias a la tecnología adecuada en los edificios inteligentes.
Si tu empresa emplea información masiva y compleja, es normal que en un momento dado puedan existir problemas con los datos. Pero el peor error de todos es no poder utilizarlos a tu favor.
Esto tiene solución con el uso de analíticos y un dashboard que te ayude a recopilar y analizar todos esos números de tu empresa para compararlos históricamente. Con ello, podrás usarlos para crear una estrategia empresarial.
Sin duda, una inversión inteligente que se verá reflejada en el mediano plazo con una mejor estabilidad financiera.
A modo de conclusión, todo lo anterior es solamente un poco de todas las soluciones que ofrecen los edificios inteligentes.
Hay que decir que hay muchos otros aspectos que no consideramos para este texto, como los arquitectónicos o los beneficios medioambientales de este tipo de inmuebles.
Sin embargo, no hay lugar a dudas de que los edificios inteligentes son la solución y la promesa cumplida de una mejora integral para todos.