Inteligencia, en el estricto sentido de la palabra, se define como la “facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad”, pero… ¿sabías que tus inmuebles pueden pensar y arrojarte información necesaria para generar ahorro y optimizar su operación?
Aunque parezca muy básica la explicación anterior, los edificios inteligentes o smart buildings, son el presente y futuro de los inmuebles, ya que aumentan la eficiencia energética, garantizan la sostenibilidad, seguridad y usabilidad, con base en sistemas e instalaciones automatizadas que permiten su gestión y control.
A pesar de que actualmente se ven mayormente edificios de oficinas o corporativos con inmuebles inteligentes, se prevé que en un futuro próximo también los hogares cuenten con estas tecnologías.
¿Cómo se vuelve ‘inteligente’ un inmueble?
Una gran cantidad de tecnologías diversas, hacen que un edificio pueda ser considerado inteligente, además de incluir un sistema de control integrado que pueda prevenir con anticipación cualquier problema.
Para mejorar el rendimiento, garantizar la sostenibilidad y mejorar la vida de las personas, se incluyen las siguientes tecnologías:
Se considera que en esta transición al futuro, tanto los inmuebles ya construidos, los que estén en construcción y los que sean planeados, deberán contar con características que reduzcan el impacto ambiental al máximo, convirtiéndolos en smart buildings.